Nota: La sinopsis contiene spoilers de los libros anteriores.
Tick.
Tick.
Tick.
Tick.
Tick.
Es casi de la hora de la guerra.
Juliette ha escapado a Omega
Point. Es un lugar para personas como ella (personas con dones) y también es el
cuartel general de resistencia. Pero Juliette sabe que nunca será libre de su
toque mortal.
En esta estimulante secuela,
Juliette tiene que tomar algunas decisiones importantes que le van a cambiar la
vida, entre lo que quiere y lo que piensa que es lo correcto. Decisiones que
podrían involucrar elegir entre su corazón y... la vida de Adam.
Unravel Me empieza cuando estos tres chicos se encuentran en Punto Omega. Juliette está bastante unida a Adam, pero no tienen mucho tiempo para verse. Ella y Kenji practican con sus poderes pero todavía es reacia a usar todo su potencial. Todos en Punto Omega le tienen miedo por lo que puede hacer, pero más que todo porque a veces pierde el control y eso les causa más temor. No quiere hablar con nadie más, ni relacionarse, solo con los que ya conoce. Todavía no se ve un cambio en el personaje, aún tiene miedo de todo y de lo que puede hacer, y parece que no se da cuenta de que ellos están para ayudarla.
Lo que la autora hizo para que no le pusiera las 5 estrellas fue ella y Warner. Primero, es muy idiota por no contar las cosas más importantes. Todo el tiempo es como "Warner puede tocarme, pero ¿qué le importa a ellos? Es mi secreto". Esa es una información muy importante que debe de contarle a todos; tal como pasó con Adam, de que podía tocarla por su poder de "eliminar" los otros poderes, Warner podía tener una clase de poder.
Otra cosa es la relación que se empieza a formar entre ella y Warner. La chica se da cuenta que no puede estar con Adam porque le podría hacer daño, pero no es razón para lanzarse a Warner. El tipo siempre se ha visto como un loco y de repente ella lo ve como alguien al que le han hecho daño y se siente identificado con él, entonces ya empieza a sentir algo por él. Y es que todo el asunto con él es tan WTF. Siempre que él la trataba con cariño era demasiado raro porque no parecía él, o como si alguien lo poseyera.